La diversidad no es algo que deba ser abordado desde la responsabilidad social corporativa o el activismo, ni es patrimonio del departamento de recursos humanos.
La diversidad es un asunto de negocio, puesto que incrementa la rentabilidad y productividad de nuestras organizaciones.
Pero la diversidad sin inclusión es un quebradero de cabeza, una inmensa fuente de conflictos y la seguridad de arriesgarnos a una crisis reputacional que nadie desea.
La inclusión, de la que suele hablarse de forma superficial, no es un concepto aspiracional ni inspiracional, sino el fruto de la optimización de ciertos procesos dentro de los equipos que son cortafuegos de la discriminación.
Hablemos ahora de discriminación, que suele ser un tema incómodo. Es pocas veces explícita y sí muy frecuentemente invisible. Todos y todas ejercemos discriminación sin darnos cuenta a través de "bugs cerebrales" (aka sesgos inconscientes) que condicionan la forma en que tomamos decisiones en nuestro trabajo.
En este taller jugaremos a identificar algunos de estos bugs en los procesos de nuestros equipos, y plantearemos algunas formas contrarrestar su influencia con hacks tácticos y herramientas de eficacia probada.
Luego, lo que sigue tras el taller queda en manos de los participantes. Como todo en el agilismo se trata de implementar, medir e iterar.
... los resultados valen la pena ;)